Graceland, la mansión en la que vivió Elvis Presley hasta su muerte, y donde está enterrado, ha sido declarada en los Estados Unidos Monumento Histórico Nacional, pasando a engrosar una lista donde figuran edificios y monumentos tan significativos como la Casa Blanca, el Monte Vernon o Pearl Harbour hasta un total de 2.500.
Y es que esta mansión tiene un significado muy especial, no sólo para los norteamericanos sino para muchos amantes del rock en todo el mundo, a la cual peregrinan anualmente más de medio millón de visitantes que acuden a adorar el recuerdo de Elvis. Un Elvis que se compró la mansión en 1951 con el dinero obtenido por el enorme éxito de Heartbreak Hotel, y cuyos excesos dentro y fuera de la casa terminarían como todos ya sabemos. Precisamente en Graceland puede verse estos días una exposición sobre su desmesurada vida nocturna titulada Elvis After Dark.
Situada en el número 3764 del Elvis Presley Boulevar de Memphis, Tennessee, la mansión se abrió al público en 1982, aunque la segunda planta del edificio sigue sin poder visitarse. Si se pueden ver por el contrario la tumba de Elvis y la sala de trofeos con todos sus discos de oro y platino.
La propia casa ha sido inspiración para numerosos artistas, cantantes y poetas, como por ejemplo Paul Simon, quien grabó un álbum denominado Graceland, o Carl Sandburg, que compuso un ácido poema del mismo título.
Este ha sido el paso previo a los acontecimientos que tendrán lugar el 16 de agosto de 2007, día en que se cumplirá el 30 aniversario de su muerte, y que prometen ser grandiosos.
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